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¿Quieres evitar sobrecostos de construcción en tu proyecto?

Son muchas las personas que hoy por hoy, han decidido que es mejor iniciar su propio proyecto de construcción, en lugar de comprar por medio de una inmobiliaria y buscando en redes sociales.  Durante el 2020, pese al impacto en el mundo por causa de esta pandemia, el sector de la construcción fue de los pocos que pudo mantenerse en el marcado, y como evidencia de ello, está la gran demanda de productos que se requirieron para miles y miles de proyectos de construcción.

Pero bueno, ahora que tú eres quien tiene el gran interés de construir tu propia casa, local comercial o apartamento, queremos invitarte a descubrir unos consejos y tips que ayudarán a que tomes la mejor decisión.  Además, te contaremos por medio de experiencias vividas de otras personas, lo que significa construir con asesoría y sin ella.

 

Voy a empezar…¿ y ahora qué?

El momento inicial es crucial, ya que tienes las ganas y el presupuesto (o al menos ya lo has venido gestionando), pero no se trata sólo de pensar que ya con presupuesto y ahorrando en todo, la obra va a resultar lo mejor.   La primera etapa entonces, una vez quieres construir es, planificar muy bien tu obra.  Es bien sabido que en los países orientales, se toman mucho más tiempo en planificar que en ejecutar sus obras; esto tiene toda la validez y lógica del mundo, pues al revisar meticulosamente todos los detalles, sabe qué tiempos, presupuesto y mano de obra requieren para cada etapa.  Eso mismo debes hacer tú.  No importa que tu proyecto sea sólo una ampliación, una remodelación o la construcción total de un inmueble, sí lo planeas bien desde el comienzo, te ahorrarás un dolor de cabeza muy grande.

 

Planear es poner a todos en la misma sintonía

Al planificar ten en cuenta que debes tener listos todos los diseños plasmados en planos para que sepas de principio a fin, todo lo que implica.  Incluso, es una herramienta para revisar si realmente cuentas con el presupuesto y tiempo adecuado para desarrollar el proyecto.

Dicho esto, entonces revisemos juntos los planos que debes de tener:

  1. Plano Arquitectónico: Es aquel plano que te ayudará a visualizar la distribución de tus espacios de una forma clara y sencilla. Pero al mismo tiempo da mucha información valiosa para ingenieros, arquitectos, maestros de obra y proveedores, de lo que tú quieres construir.
  2. Plano Estructural: La vida y seguridad de tu vivienda depende del diseño y construcción de la estructura, siguiendo las normas y lineamientos técnicos vigentes. Por eso, basados en los planos arquitectónicos, un ingeniero estructural hace los diferentes cálculos y recomendación de materiales para que el “esqueleto” de tu obra sea fuerte y se adecúe a las circunstancias que tiene el terreno.  Es posible que luego de analizar los planos arquitectónicos, surjan algunas modificaciones para mejorar la resistencia o evitar vulnerabilidades.
  3. Plano Eléctrico: Es el plano que nos ayuda a definir dónde estarán los puntos eléctricos en toda la vivienda.  También te ayuda en la fase inicial, para hacer un cálculo real y muy aproximado del presupuesto que necesitas (y decimos aproximado, porque finalmente en las obras suelen haber cambios de último minuto que, en ocasiones, no se pueden evitar al 100%).
  4. Plano Hidrosanitario: Es el plano que te ayudará a identificar redes y puntos hidráulicos, sanitarios y de aguas lluvias. Hemos podido identificar por ejemplo, casas en las que se preocupan mucho por ver los pisos terminados y sin una correcta red hidrosanitaria.  Créenos, esto te va ahorrar muchos dolores de cabeza y gastos adicionales.

 

El siguiente paso: ¿A quién contrato?

Hemos podido evidenciar en muchos momentos que algunas personas buscan economía en todo momento y deciden simplemente contratar a un maestro de obra o a un oficial con experiencia.  Esto tiene una gran desventaja y es que, dependen de su conocimiento empírico (que es muy difícil de calcular) y su experiencia para obtener un excelente resultado.  Además, la realidad es que muchas personas sufren por la deshonestidad de algunos inescrupulosos que dicen saber algo, pero lo único que logran es que se te acabe mucho antes tu presupuesto y llegues a un punto de desesperación o de cese total de actividades de la obra.

No es justo que, si tú tienes todos los diseños hechos por profesionales, el proyecto termine muchas veces siendo algo totalmente distinto a lo que se había planeado inicialmente, o peor aún, nunca cumplan con estos diseños y acaben por agotar el presupuesto.

 

Entonces, ¿contrato a un maestro, un oficial o a un profesional?

El decir de muchas personas es: “es que pagarle a un arquitecto o a un ingeniero es muy caro”.  Realmente, te hacemos la sugerencia de analizar cuánto te puede costar en realidad una persona con estudios especializados y experiencia frente a una persona empírica que muchas veces tiene una experiencia dudosa, por supuesto, sin desmeritar a los maestros que realmente saben del tema.

Al contar con un profesional o un equipo de profesionales en tu obra, realmente vas a ahorrar muchos recursos y malos ratos, debido a que:

  • Ellos cuentan con formación académica y especializada para atender las diferentes necesidades de tu obra.
  • La experiencia de campo que ellos tienen nos ayuda a optimizar recursos.
  • Puede cotizar por contrato o por día también y eso permitirá tener una mejor lectura de los resultados semanal, quincenal o mensualmente.
  • Tienen excelentes proveedores pero no es camisa de fuerza, ya que te pueden asesorar a ti si deseas comprar todos los materiales personalmente.
  • Conocen muy bien el rendimiento que debe tener un maestro, un oficial y un ayudante de obra en diferentes niveles. Lo que significa que te pueden ayudar a identificar si realmente están haciendo valer el tiempo que se paga.
  • Dan mejor garantía al ser profesionales o una empresa de servicios, ya que manejan RUT, Matrícula Profesional, Cámara de Comercio, Industria y Comercio, y en algunos casos, pertenecen a agremiaciones. Estos factores son clave para contar realmente con un trabajo respaldado.
  • Saben plantear y seguir un cronograma de actividades y dar reportes detallados y con más orden para que así, puedas tener a tiempo la información precisa de cómo va tu obra.

 

Al momento de comenzar la obra

Ten en cuenta que una obra tiene muchísimos aspectos a evaluar y coordinar, ya que depende de factores como el clima, los proveedores, la disponibilidad de material, operaciones logísticas y demás.  Seguramente, puedes pensar que eso se puede ir resolviendo sobre la marcha y pues, al final de cuentas, sí.  Pero, ¿a qué costo?.   Siempre es mejor preveer las cosas antes e ir llevando con rigor las inversiones y esfuerzos que tú haces para que este proyecto de construcción salga adelante.

Conclusión

Realizar la construcción de una obra involucra 3 procesos:

 

  1. Primero, una planeación muy detallada y rigurosa, incluida la elaboración de un presupuesto lo más real y preciso posible.
  2. Una construcción ordenada y muy estricta bajo todos los diseños, planos y especificaciones técnicas.
  3. Un trabajo de supervisión para revisar cómo se comporta tu proyecto, una vez está construido. Incluso, si los dos pasos anteriores se hacen correctamente, será muy poco lo que necesites hacer de reparaciones o mantenimiento (más por el acentamiento de una construcción y el uso que estaba proyectado).

Elige quién dirija tu obra con responsabilidad, conocimiento, integridad y profesionalismo.  No dejes tus recursos en promesas sin respaldo verdadero, en personas que no trabajan con estricto orden y cumplimiento.

Construir es una actividad que convierte tu producto en un activo que cada día gana más valor. Por eso, asesórate a tiempo.  Cotiza con varias personas y/o empresas y al final, toma tu decisión siempre teniendo claro que de una planeación concienzuda y un presupuesto real y preciso dependen los resultados de tu proyecto.

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